• A lo largo de 2004 comenzará la expedición en pruebas, que se extenderá a todas las renovaciones en 2007.
• Constará de un chip que reproducirá digitalmente los datos que ya constan en el actual DNI.
• Se simplifica la obtención y tramitación del Documento.

Madrid, 13 de febrero de 2004

El Consejo de Ministros ha aprobado un Acuerdo por el que se pone en marcha en España el DNI Electrónico. El tradicional Documento Nacional de Identidad entra así en la revolución digital y en la era de las telecomunicaciones, dotando a los ciudadanos de un instrumento seguro de identificación en internet.

El Acuerdo contempla que se empiecen a extender DNI''s electrónicos en pruebas este año y que los seis millones que se renueven en 2007, año en el que se completará la iniciativa, sean todos digitales. Se invertirán cerca de 150 millones de euros para que los españoles puedan tener un DNI electrónico seguro, cómodo y fácil de tramitar, que constará de un chip en el que estarán en versión digital los datos del DNI tradicional.

El Acuerdo, aprobado a propuesta de los Ministerios del Interior y el de Ciencia y Tecnología, da cumplimiento a la primera medida del Plan de Choque para el impulso de la Administración Electrónica, enmarcada en el Programa "administración.es", del Plan de Actuaciones para el desarrollo de la Sociedad de la Información en España "España.es", aprobado el 11 de julio de 2003, por el Consejo de Ministros.

El objetivo es que el DNI electrónico, además de constituir un medio seguro y fiable de acreditación de la identidad personal en el mundo físico, añada la funcionalidad de su utilización como medio de identificación fehaciente en el mundo digital, mediante su uso en dispositivos electrónicos, en Internet y en redes de comunicaciones privadas. De esta forma, a juicio del Gobierno, se consolida el papel del DNI como forma de acreditación de la identidad, en un país como España que fue pionero en la obligatoriedad de esta forma de documentación y que ahora lo es en la introducción de las nuevas tecnologías en su gestión y uso cotidiano.

El soporte del DNI electrónico, es decir el carné que los españoles portarán, es una tarjeta de policarbonato, de dimensiones idénticas al DNI actual. En el anverso de la tarjeta se insertará un chip con información digital, que incluye:

• Un certificado electrónico para autenticar la personalidad del ciudadano.
• Un certificado para firmar electrónicamente, con la misma validez jurídica que la firma manuscrita.
• Claves para su utilización.
• La fórmula de la huella digital en formato electrónico.
• La fotografía digitalizada.
• La imagen digitalizada de la firma manuscrita.
• Los datos impresos en la tarjeta.

Desde el punto de vista de la seguridad, el nuevo DNI presenta también numerosas ventajas. El material elegido para su confección, el policarbonato, tiene una duración estimada superior a los diez años y además no puede dividirse en láminas, sin provocar su destrucción. Además, para garantizar la plena seguridad del Documento, se utilizará en su confección tinta ópticamente variable, hilo de seguridad embebido en el papel, relieves en el plástico y la fotografía impresa estará protegida con los fondos de seguridad. Los datos se grabarán con láser y las tintas con luz ultravioleta. Por último, en el capítulo de la seguridad, está previsto utilizar métodos criptográficos y códigos de barra bidimensionales.

Para garantizar, además de la física, la seguridad electrónica del DNI, se constituirá una Autoridad de Certificación electrónica propia, personalizada en el Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de la Policía. Para ello se utilizarán las tecnologías más avanzadas en seguridad con el fin de emitir los certificados electrónicos de los ciudadanos, autentificando la identidad del titular del DNI electrónico. Los dos certificados, el de autenticación del ciudadano y el de firma digital, que incorpora el DNI electrónico, están acreditados, con carácter exclusivo, por el Estado.

Desde el punto de vista funcional, el DNI podrá usarse indistintamente como DNI convencional o electrónico. Así, permitirá actuar en las redes de comunicaciones públicas y privadas, acreditando la identidad de la persona y su firma digital, lo que garantizará el no repudio en todo tipo de transacciones electrónicas. La validez jurídica de la firma electrónica es equivalente a la de la firma manuscrita.

La utilización del DNI electrónico para autenticarse o firmar digitalmente documentos electrónicos requiere únicamente un lector de tarjeta y un software, que puede descargarse en cada ordenador, vía Internet.

Desde el punto de vista de la expedición, el ciudadano no notará cambio alguno en cuanto a los lugares donde solicitarlo, aunque mejorará notablemente la gestión de los carnés, con simplificación de trámites. Tras la entrega de la documentación necesaria en la Oficinas de Expedición de la Dirección General de la Policía, el ciudadano recibirá de forma inmediata el DNI electrónico, debido a que la digitalización de todos los datos personales y la grabación de la información en el chip se realizan de forma inmediata. Por razones de seguridad, el ciudadano, de modo voluntario, podrá activar el certificado de firma electrónica en las Oficinas de Expedición.

El calendario de implantación previsto se inicia con la convocatoria, que se hará de manera inmediata, de un concurso público para la adjudicación del desarrollo principal del proyecto. Antes de que acabe 2004 se realizarán las pruebas en las Oficinas de Expedición Piloto, con la emisión de 100.000 tarjetas. Entre 2005 y 2007 año en que se completará la puesta en marcha, el sistema se irá implantando en toda España con arreglo a la siguiente previsión de renovación de DNI''s:

• Año 2005: Emisión de 500.000 tarjetas.
• Año 2006: Emisión de 2.000.000 de tarjetas.
• Año 2007: Emisión de 6.000.000 de tarjetas.

Actualmente, el número total de DNI''s es de 29 millones y el promedio de renovación natural de documentos es de seis millones al año.

Se prevé que para el año 2007 el proyecto del DNI electrónico esté totalmente consolidado y por ello la estimación de emisión de tarjetas para los años 2005 y 2006 está basada en la necesidad de realizar una implantación progresiva, asegurando la eficacia del proyecto.

En el apartado presupuestario está previsto que el proyecto tenga un coste total, a repartir entre los ejercicios de 2004, 2005, 2006 y 2007, de 148.910.000 euros. Para la financiación del proyecto está prevista la suscripción de un acuerdo de colaboración entre los Ministerios del Interior y de Ciencia y Tecnología, por el que el segundo de ellos aportará 12.250.000 euros destinados al desarrollo principal del proyecto en los ejercicios 2004 y 2005. Para completar el coste total del desarrollo, 12.810.000 euros, Interior aportará 560.000 euros. Por su parte, los desarrollos complementarios y equipamientos tendrán un coste de 37.200.000 de euros. Por último, las tarjetas pre-impresas ascenderán a 98.900.000 euros. En el acuerdo aprobado hoy se prevé que la fabricación de las tarjetas físicas pre-impresas se realice por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.