El euro, una buena opción. Inversores :: Investors &  VCs

El euro, una buena opción


Fecha Sábado, marzo 08 @ 21:29:06
Tema Inversores :: Investors & VCs


Yianos Kontopoulos*

Se espera que la moneda europea gane terreno frente al dólar.

Para los inversionistas internacionales que necesitan analizar los movimientos cambiarios, los mercados de divisas parecen encontrarse a comienzos de una corrección.

Si se mira hacia adelante desde la situación de un observador situado en los primeros días de 2003, es muy probable que este año se presente un mayor debilitamiento del dólar, un fortalecimiento en las divisas del norte de Asia frente al yen como consecuencia de una economía china saludable, una continua alza en las divisas basadas en commodities y un aumento en la paridad del real.


Luego de haber cerrado efectivamente el año alrededor de 1,05, el equipo de estrategas de manejo de divisas de Merrill Lynch anticipa la que la paridad euro-dólar aumentará a 1,07 a finales del primer semestre en camino hacia 1,12 para finales del año 2003.


La debilidad del dólar a finales del año es notable
¿Cuál es el panorama del dólar al comienzo del año?


La debilidad del dólar fue muy notoria hacia finales de 2002. Llamó especialmente la atención por cuanto los indicadores económicos de Estados Unidos habían sido más sólidos que en otros bloques económicos.


Esto podría interpretarse en el sentido de que la debilidad del dólar está próxima a revertirse, o bien, de que los mercados de divisas están implicando que esas diferencias cíclicas ya están descontadas. Esta última interpretación es la más convincente.


Hay dos consideraciones importantes que hacer aquí. La primera, que los requerimientos de financiamiento externo de Estados Unidos seguirán aumentando por cuenta del sector público. El nombramiento de John Snow como Secretario del Tesoro norteamericano refuerza este punto de vista. Adicionalmente, un paquete de estímulos económicos fiscales cercano a los 100 millones de dólares será aprobado en marzo.


Aunque lo favorece el crecimiento en el corto plazo, es poco probable que el dólar se beneficie en la misma medida en la que lo hizo por la época del anterior estímulo fiscal. Los mercados aprendieron en esa ocasión que los beneficios pueden durar muy poco.


Segunda, que puesto que el gobierno se hace responsable de una porción creciente del déficit de Estados Unidos en cuenta corriente, la importancia de la actividad económica disminuye.


Y, a fin de cuentas, a relación entre el crecimiento económico y el rendimiento de los empréstitos a cargo del gobierno es menos clara que en el caso de las empresas privadas.


En la situación actual, los rendimientos del Tesoro norteamericano son relativamente bajos, y la situación de Japón y Suiza al respecto es excepcional. Sin embargo, los gobiernos japonés y suizo aún se están financiando a través del ahorro interno, a diferencia de Estados Unidos.


La baja del dólar favorecerá el alza del Euro
Se espera también que la baja en el dólar favorezca un fortalecimiento significativo del euro. La pregunta natural es la de si podrá la Eurozona soportar una moneda fuerte. Esta pregunta es tanto más pertinente por cuanto existe una debilidad en las condiciones del sector manufacturero.


Sin embargo, también existen dos consideraciones que sugieren que los funcionarios tendrán que aceptar una moneda más fuerte. Primero, el euro está partiendo indudablemente de una posición subvaluada, inclusive si se tiene en cuenta su revaluación de dos dígitos frente al dólar hasta finales de 2002. Las tensiones observadas en la industria manufacturera europea no pueden atribuirse a problemas de competitividad relacionados con paridades cambiarias. Lo contrario es cierto en el caso de Estados Unidos.


En segundo lugar, los funcionarios de la zona euro pueden no estar muy contentos con un euro más fuerte; pero ciertamente no van a encontrar consenso entre la comunidad internacional en favor de una intervención que debilite la moneda europea. Si las condiciones monetarias se consideran excesivamente apretadas el Banco Central Europeo tendrá que redoblar sus esfuerzos por rebajar las tasas de interés.


En cuanto a América Latina, hay varios acontecimientos que afectarán las monedas locales. Creemos que una de las acciones más importantes de este año en materia cambiaria provendrá del Brasil. En dicho país la inflación constituye aún el principal riesgo y actualmente el mercado está esperando firmemente una actitud monetaria contraccionista en el futuro predecible. Esto debería favorecer un alza del real.


En México, enero tiende usualmente a ser un mes de debilitamiento del peso debido a la brusca contracción de la demanda de dinero suplementaria que aparece en época de festividades de fin de año. La fortaleza del euro frente al dólar y el aumento de los precios del petróleo constituyen dos fuerzas conflictivas en relación con el peso, sin que pueda apreciarse en estos momentos cuál de las dos predominará; sin embargo, la política y una relativa sobrevaluación, aún señalan un probable debilitamiento del peso durante la primera mitad de 2003.


Al igual que en el caso de Argentina, no esperamos mucha volatilidad en la cotización de la divisa, la cual aparece firmemente equilibrada en el corto plazo. Como es obvio, los desarrollos que se produzcan en la negociación de la deuda influirán en su tasa de cambio; pero dicha influencia será mucho más fuerte luego de las elecciones programadas para la primavera.



Yianos Kontopoulos es el Jefe de Estrategas de Mercados Cambiarios Globales de Merrill Lynch.
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