SANTIAGO DE CHILE.- La factura electrónica, proyecto que está piloteando el Servicio de Impuestos Internos (SII), es clave para la industria del factoring, porque le permitirá disminuir gastos administrativos y minimizar las posibilidades de fraude.
El nuevo sistema -que está siendo lanzando- permitirá ahorrar hasta US$ 300 millones anuales por gastos de transacción, los que incluyen emisión y recepción de facturas, impresión, timbraje, despacho y almacenamiento. La cifra se desprende de estimaciones realizadas por la Cámara de Comercio de Santiago a nivel internacional, donde ya existen algunas experiencias al respecto, explica el presidente de la Achef, Germán Acevedo.
Las empresas de factoring asociadas a la Achef utilizarán el mismo mecanismo que hoy, con la diferencia de que será vía electrónica, donde los clientes podrán acceder a una fuente de financiamiento a través de la web.
Esto será factible gracias a la Ley Nº 19.799 que regula desde febrero de 2001 el uso de firmas y certificados electrónicos en materia tributaria. Es decir, las empresas emisoras de facturas, al emitirlas a través de Internet, obtendrán de manera automática el timbre del SII. Asimismo, los factoring evaluarán dichos documentos en sus respectivos sitios en la red y realizarán las cesiones en forma electrónica.
“Se trata de una forma muy ágil y rápida de financiamiento que beneficiará tanto a proveedores como a empresas de factoring, al permitir ahorrar tiempo y dinero por el hecho de no tener que acumular facturas en papel y acudir personalmente a notificarlas”, explica Acevedo.
Una de las principales ventajas que traerá este sistema es la seguridad para realizar las transacciones, porque se podrá verificar de manera instantánea la autenticidad de los documentos, los cuales serán acreditados por el SII. “Esto también evitará que un cliente entregue la factura a dos o tres empresas de factoring a la vez, algo que sucede actualmente”, dice.
Cambios
Hace dos años que la Achef está trabajando en el tema, participando en algunos de los proyectos impulsados por los organismos estatales involucrados.
Uno de ellos fue el viaje a México de algunos integrantes de la organización junto a Corfo para conocer la experiencia que ha tenido ese país en la implementación de este sistema electrónico, el cual se ha desarrollado hasta el momento entre las empresas de factoring y los grandes proveedores. “En México el método funciona de manera monopólica, pero en Chile será distinto gracias a la gran competencia que existe dentro de la industria”, explica Acevedo.
La idea de la asociación es estudiar todas las maneras posibles para adecuarse a este escenario digital. Según Alan Lolic, vicepresidente de la Achef, “las empresas tenderán a reformase. Sus departamentos de cobranza tendrán que ser más eficientes y productivos”.
Plantea que las compañías de factoring reducirán personal, gracias a una gestión que requerirá de menos trabajadores, situación que -dice- se traducirá en un efecto positivo para el cliente, por la disminución en los costos de operación.
Kalysis ahora en Chile. Publicación Especializada. Marzo 2004
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