Varios países del mundo ya tienen implantado el voto electrónico como una posibilidad legal para las elecciones, y ahora España, tras realizar distintas pruebas en municipios del país, pretende instalar esta nueva forma de votación de manera generalizada
El voto electrónico que podría implantarse en el referéndum de la Constitución Europea permitirá bien votar a través de Internet, con urnas electrónicas o con pantallas táctiles, los tres sistemas más comunes y que ya han sido experimentados en varios pueblos de España.
Internet es el mecanismo más fácil de voto electrónico, ya que cada elector accede a la Red desde cualquier equipo con conexión, es decir, teléfonos móviles, agendas electrónicas u ordenadores personales, en sus propios hogares, lugares de trabajo o desde el colegio electoral, según explica la empresa Indra, una de las que facilita esta tecnología en España. Cada votante censado dispone de una clave personal, que, junto a su número de identidad, le da acceso a las pantallas, que serán una reproducción exacta de la papeleta electoral correspondiente a su circunscripción. La transmisión de los datos se realiza en el mismo momento en el que el votante confirma y acepta su elección, y el secreto queda salvaguardado porque el sistema no vincula el voto emitido con el ciudadano, aunque sí queda constancia de que el elector ya ha ejercido su derecho.
La urna electrónica es otra de las posibilidades, probada en países como Venezuela (1998) o Reino Unido (2003). En este sistema, el votante recibe una tarjeta inteligente -que se anula terminada la elección- que introduce en una urna que realiza una lectura óptica, procesa el voto y guarda instantáneamente en su memoria el resultado. Después, por medio de un teclado y una clave específica, un supervisor imprime el recuento realizado por la máquina con todos los votos y los envía por red, de forma que no existe manipulación humana en el proceso. Como en el sistema anterior, el anonimato está garantizado, ya que no hay relación entre la tarjeta inteligente y la identidad del votante.
Según el director de procesos electorales de la empresa Indra, Juan Navarro, esta es una forma óptima de voto electrónico, ya que no está expuesta al problema de los virus informáticos.
Por último, las pantallas táctiles también han sido utilizadas en distintos procesos electorales. Como en el caso de Internet, presentan un menú similar en apariencia a las papeletas convencionales y es el elector el que elige con una leve presión en el monitor a su candidato, y una vez que lo valida la máquina guarda el resultado en la memoria.
En España, varios pueblos han utilizado distintos tipos de voto electrónico desde que se usara de manera pionera en el municipio valenciano de Villena en 1999. En 2003, la localidad de El Hoyo de Pinares (Avila) refrendó el retraso de una romería local que coincidía con las elecciones municipales.
A finales de ese mismo año, y con motivo de sus elecciones autonómicas, Cataluña probó los tres sistemas de voto electrónico en colegios repartidos por las cuatro provincias, tras realizar los votantes su elección por la vía convencional.
El pasado 14-M fueron pueblos de Zamora, Lugo y Granada los encargados de servirse de la red o de sus teléfonos móviles, a través de mensajes cortos, para elegir simbólicamente a sus representantes.
En Madrid, el pasado junio, jóvenes mayores de 16 años opinaron sobre su distrito en un programa organizado por el Ayuntamiento para estudiar la validez de estos medios en procedimientos electorales.
El país pionero en legislar estas votaciones es Bélgica, que las aplica desde 1991, llegó al 44 por cierto de los electores en 2003, y pretende alcanzar a todo el electorado en los próximos comicios de 2006. Además, se usa en Irlanda, Suiza, Noruega, o EEUU, mientras que en Sudamérica destaca el caso de Brasil, país donde la votación estaba totalmente informatizada en 2002, y que asesora a otras naciones de la zona como Paraguay, Costa Rica o Argentina.
En Venezuela, tras el exitoso simulacro de hace una semana, se utilizó este nuevo sistema en el referéndum celebrado el pasado domingo.
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