El más ambicioso programa de desarrollo en nuevas tecnologías del gobierno federal, requiere con urgencia de mayores definiciones jurídicas, alertaron especialistas. La agenda jurídica para este proyecto incluye temas de seguridad, contenidos y privacidad de la información, señaló el asesor jurídico de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI), quien participa en el proyecto. e-México prevé la integración de las tecnologías de información (IT) para agilizar los servicios gubernamentales, desarrollar nuevos proyectos educativos y de salud, e impulsar la economía digital, entre otros objetivos. Los temas relativos a la protección de los consumidores en línea, así como a los derechos de autor figuran entre las prioridades jurídicas del proyecto e-México.
El combate a los contenidos peligrosos e ilegales, como la pornografía y la xenofobia en línea, son tareas fundamentales que requieren ser discutidos con urgencia tanto en México como en el ámbito internacional. Otro asunto que demanda solución si se quiere implantar un sistema como éste, es la protección de la privacidad de la información y del flujo de datos transfronterizos. El tema de la "firma digital", utilizada para realizar transacciones en línea, también figuran en la agenda jurídica de e-México. "El problema tiene repercusiones supranacionales, y por ello es necesario llegar a acuerdos", comentó. Así, uno de los marcos de referencia para modernizar la legislación mexicana (y la de muchas otras naciones) son las reuniones de expertos que se realizan en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),. Con esto, el problema en materia de regulación no es sencillo, ya que la tecnología cambia casi a diario. "No se debe legislar precipitadamente, pues se corre el riesgo de que muchas de las soluciones jurídicas se vuelvan obsoletas muy rápido por los avances tecnológicos.
Por otra parte, otro de los problemas que prevalecen y que valdría la pena comentar es que, en primer lugar, existe la versión de que el Gobierno optó por sistemas de Microsoft pagando altos costos por ellos, a pesar de que Linux, los ofrecía gratuitamente. Desde luego no hay al respecto documentación alguna, sino suposiciones y declaraciones de los propios afectados al no obtener una concesión de este tamaño. Otro punto en este sentido -también como versión no confirmada- señala que las computadoras serán Hewlett Packard, cuando Compaq ofrecía mejores condiciones.
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